Esta agrupación, subida a los altares de la modernidad, tienen también sus detractores. Para mi, su maraña musical es una bruma sonora que no me atrae en exceso, en cambio en este video alcanza una buena comunión con lo visual.

De Wiki. Animal Collective es una agrupación de músicos experimentales originaria de Baltimore, Maryland, EE.UU. Está conformada por Avey Tare (David Portner), Panda Bear (Noah Lennox), Deakin (Josh Dibb) y Geologist (Brian Weitz). Al tratarse de un colectivo antes que de un grupo en sí, las grabaciones bajo el nombre de Animal Collective pueden incluir contribuciones en cualquier constelación de sus cuatro miembros. Por ejemplo, las primeras grabaciones sólo incluían a Avey Tare y a Panda Bear; recientemente, Deakin se ha tomado un descanso y se encuentra ausente de la gira presentación de Merriweather Post Pavilion, disco que salió a la venta en enero de 2009. Además, mientras el resto de los miembros residen en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), Panda Bear trasladó su residencia a Lisboa (Portugal) lo cual, según sus miembros, no impide componer con fluidez.[4] Aunque suele clasificarse como psych folk o noise rock, es difícil definir el sonido de Animal Collective. En cada álbum experimentan con diversas corrientes e ideas, tales como el rock experimental, la corriente New Weird America o la música electrónica. El grupo fundó el sello discográfico Paw Tracks, en el que han publicado parte de su material. Actualmente, se encuentran bajo contrato en la disquera londinense Domino Records. Para la edición del último álbum (Merriweather Post Pavillion) abandonaron a sus usuales colaboradores, Scott Colburn y Nicolas Vernhes, dejando el disco en manos de Ben Allen, conocido por colaborar con artistas como Gnarls Barkley o Christina Aguilera.[4] Fall Be Kind es el título del EP que publicaron el 23 de noviembre de 2009, compuesto de cinco pistas, se editó en CD y en vinilo.

Crítica negative: Fuente: http://www.plasticosydecibelios.com/verguenza-animal-collective/

No he querido escribir este artículo nunca. Jamás por respeto al borregismo instaurado en las distintas instancias del pop mundial. Al final, no he podido evitarlo ante la avalancha de críticas, de acusaciones, de perversiones de mal gusto, fiscalizando el no haber incluido el álbum de Animal Collective como uno de los mejores del año pasado, como ha hecho todo el mundo, aparcados en un movimiento selenita de iluminados por la cara oculta de la luna del sonido. Me da verguenza tanto snobismo. También me ha convencido la llamada de un buen amigo, maravilloso músico, siempre a la vanguardia de cualquier tipo de inspiración de vanguardia. Mi amigo estaba preocupado. Y me preguntó angustiado: ¿Es que el álbum de Animal Collective es efectivamente el álbum del año?. ¿Te gusta a ti?. Entonces le dije lo que pasaba. Que se quedara tranquilo, que el disco es un puñetero despropósito, ni la cara A ni la cara B, sino la cara C de un vinilo, el engendro de unos personajes que pretenden ser originales. Pero que, realmente, el álbum carecía de valor musical. Le expliqué como es el gremio de críticos en la actualidad. Marginados por el poder de las marcas, las grandes multinacionales, que se apoderan de la conciencia popular como hormigas en el verano, siempre buscan algo “distinto”, diferente, raro, lo más raro posible para que no sean tachados de comerciales, vendidos al marketing general, obedientes al gran hermano.Es el mayor ejercicio de snobismo al cuadrado. Pues, bueno, de todo lo maravilloso que había el año pasado, de lo que más se podía presumir por extraño, inusual, lo máximo en snobismo era el álbum de Animal Collective. Me he vuelto a escuchar el despropósito cinco veces seguidas. Después de cuarenta años de estar metido en la música, de haber producido ciento veintiseis discos, de firmar una docena como artista, lo de Animal Collective me parece un insulto a cualquier inteligencia musical. He hablado con algunos de los críticos que están entusiasmados con Animal Collective. Todos tropiezan en la misma piedra. Ni siquiera se han dado cuenta de que les parece algo muy original por la simple razón de que nunca hay una base. Ni batería ni cosa que se le parezca programada. Es un torpe “collage” de “samplings” de dudoso gusto, metidos con calzador, entrelazados sin orden ni concierto,de hasta ocho compases, a veces chocando armónicamente, y con algunos “loops” que son simplemente bochornosos. Ni burda idea de música. He estado indagando en los personajes. Todos no alcanzan ni un pase intelectualmente. En materia gris, no pasan de George Bush y el culturalismo más reaccionario. Deplorable. Animal Collective no solo no me gusta. Me pone nervioso y destruye simplemente cualquier nivel de buen gusto. Es basura musicalmente hablando. Jamás tendrá éxito -llevan ya diez años intentándolo- y no pasará de ser una referencia para ser más “cool” y para ser diferente al “gran hermano” que nos persigue o nos atrapa. Y siento haber escrito de ello. Me hubiera gustado el desprecio más absoluto, pero por los lectores de esta página, he tenido que contar lo que siento